martes, 26 de enero de 2010

... eso sí está en nuestras manos


Ante desastres como el acontecido la semana pasada en Haití con el terremoto que asoló la capital y sigue cobrándose vidas a través de más pobreza, dolor y enfermedades, resulta inevitable que el ser humano desempolve las grandes cuestiones sobre el sentido de la vida y de la muerte.


Joseba Arregi, el que fuera consejero de Cultura y portavoz del Gobierno Vasco, publicaba en el Correo de ayer domingo las siguientes palabras: “con ocasión del reciente terremoto que ha asolado Haití se ha podido leer en algunos comentarios de prensa la frase del silencio de Dios: dónde está Dios, si es que existe, ante esta nueva tragedia”.

Arregi expone una cronología de desastres humanos, desde la misma cruz del Jesús histórico hasta Varsovia, Auschwitz, la cumbre de Copenhague o el terremoto actual en Haití, y la acompaña de reflexiones de algunos filósofos como Nietzsche. Aplica dichas reflexiones al hombre moderno y concluye en su necesidad de aprender a encontrar una humanidad y un sentido en medio de un mundo que le deja solo con sus propios productos económicos, técnicos y científicos.

Resulta difícil no dejarse interpelar por la fragilidad humana cuando el sufrimiento duele, bien sea por los caprichos de la naturaleza, de la vida o de las diversas pasiones que nos acompañan a las personas. Pero, al mismo tiempo, es esta misma fragilidad la que nos hace necesitar de los otros y del Otro y la que nos permite ayudar y dejarnos ayudar, mostrando el rostro más humano del ser humano.

Benditos todos aquellos que, en medio de la fragilidad humana, son capaces de mostrar al mundo el rostro más humano del ser humano: un kilo de arroz, una carta, ayuda económica, sensibilidad, unos meses de su tiempo en el país… en ocasiones hasta la vida entera.

No podemos domeñar la naturaleza. Tampoco podemos hacer del hombre ni del progreso un dios, ni construirnos un Dios a nuestra medida para culparle de aquello que ni él ni nosotros podemos controlar. Pero sí podemos decidir, ante la fragilidad humana, ser hombres y mujeres auténticos, que luchan por convertirse cada día en un poco más humanos y que muestran al mundo el rostro más humano del Dios de Jesús. Eso sí está en nuestra mano.

   Bego M.

4 comentarios:

  1. Los alumnos de 1º de Bachillerato "B" del Colegio de Bilbao están impactados. Hemos leído las reflexiones de Isa y de Bego y andamos aquí sumidos en el silencio del no saber qué decir. Nos miramos unos a otros a ver quien dice algo. Janire quiere mandaros todo su apoyo. Eduardo dice que también. Estudian Economía y su profesor les ha dicho que no mejorar la economía de Haití es colaborar con el terremoto. Están pensando poner una hucha en cada clase y aportar. El profesor les ha dicho que ayer, en la Conferencia de Montreal se planteó la posibilidad de condonar la deuda externa a Haití. Y dice que se lo están pensando. Y dicen que qué habrá que pensar.... Piensan mucho estos políticos. Dice Iñigo que demasiado, que ya podrían hacer, como Isa. Y también dice qué quiere saber qué necesitáis. Qué pueden hacer. Y todos están de acuerdo.

    Fuerza para vivir y un abrazo así de grande.

    Los alumnos de Economía de Bilbao

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  2. Ahora que leemos el post, nos damos cuenta de que no queremos ser como los políticos que piensan y no hacen, así que han quedado todos en poner en clase una hucha y empezar a rascarnos el bolsillo. Cada uno el suyo.

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  3. Dolor! dolor en lo mas profundo de mi corazón ante las imágenes y testimonios que todos los días se reciben de Haití.
    Desesperación ante la pérdida, quizá de lo único que tenían en su vida "sus seres queridos".
    Y siento que lo que hoy vivimos es un despertar a la vida, aunque sea esto una triste paradoja, pero ese dolor tan latente nos hace pensar en los que siempre nos han necesitado y esperan de nosotros.
    Quiero pensar en el futuro de Haití, por que creo en el HOMBRE, en esa esencia que Dios depositó en nuestros corazones y nos hace diferentes ante el dolor del que nos necesita.
    Y necesito pensar en ese mañana para ellos, en el largo camino que juntos debemos hacer para que la esperanza por un futuro pueda nacer en Haití.

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  4. Observa el siguiente vídeo y te darás cuenta donde esta Dios en haití

    http://www.youtube.com/watch?v=JamS7hM17L4

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Gracias por compartir con todos