sábado, 13 de febrero de 2010

Haití... un mes después

Haití vivió ayer el día de luto nacional, un mes después del implacable terremoto que arrasó con esta capital y otras ciudades del país, donde el mayor desafío ciudadano es mantener vivos los sueños, en perenne lucha por la vida.

Un mes después, queda en la memoria y en la retina de los supervivientes… esa sensación de cómo el subsuelo no terminaba nunca de estremecerse, de cómo la tierra adquirió movimientos de serpiente en varias direcciones… y de cómo muchas personas espantadas, en un pueblo muy religioso como el haitiano, permanecieron minutos y minutos con los brazos extendidos hacia el cielo, suplicando el fin de las sucesivas réplicas.

Un mes después, no son pocos los hombres y mujeres que en Haití vuelven a alzar sus brazos añorando señales de aliento y que no se repita ese pasaje infernal, en que una nube de polvo cubrió esta capital tras el simultáneo desplome de miles de edificaciones. Ayer el país estuvo en vigilia, y los colores negro y blanco predominaban en el vestuario de muchos supervivientes, para quienes la batalla por la vida continúa con cada amanecer.

Aunque pareciera que en Puerto Príncipe el tiempo se detuvo la tarde del terremoto, lo cierto es que hay síntomas de que las autoridades y la ayuda internacional han intentado mitigar algunas de las calamidades acentuadas por el seismo, entre ellas la falta de viviendas, alimentos y agua. Pero el país continúa lleno de contrastes. En algunas plazas y parques, Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) entregaron confortables tiendas de campaña, mientras que en la mayoría de los improvisados asentamientos, los damnificados siguen viviendo bajo toldos de nylon y sábanas raídas, que muy poco podrán proteger ante la llegada de la  temporada de lluvias.

La ayuda internacional, si bien ha sido un aliciente para quienes pudieron beneficiarse de ella, para otros no ha llegado aún y no se ha sabido encauzar de manera ordenada, al ser repartida en la mayoría de los casos según la voluntad de las ONGs.

… queda mucho por hacer y hace falta que nuestra memoria siga teniendo presente a Haití, y  no olvide a tantos pueblos que hoy, ayer y mañana son “Haití”.

3 comentarios:

  1. Es impresionante ver cómo este pueblo desde las cenizas mantiene su FE más viva que nunca, y a nosotros que lo tenemos todo, se nos olvida a menudo darle gracias a Dios por tanto.
    ¡Enhorabuena por el blog!

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  2. quien tenga mas dinero que aporte mas, nosotros los necesitados no podemos aportar, viva jesus maria

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  3. Gracias Isa por compartir tus experiencias,llenas de fe y amor al hermano, hay mucha gente que te queremos y estas muy dentro de nosotros y que tu vida de entrega siga siendo en todo momento un SI lleno de radicalidad. un abrazo fraterno

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Gracias por compartir con todos