jueves, 4 de febrero de 2010

Isa nos escribe

Hola a todos,

estoy un poco aturdida, cansada y triste pero voy a intentar escribir algo porque sois tantos los que me estáis apoyando en este momento que es lo menos que puedo hacer...

Hemos vuelto a Gros Morne a descansar, porque estamos muy cansadas...creo que cada vez aguantamos menos, bueno, yo menos que Jackie y Britany me parece.

Todo esto es tan dantesco que se que tardare años en digerirlo... pero pido que algo bueno salga de esta catástrofe, no sé que, no entiendo por que...pero necesito tener un agujerito de esperanza para poder seguir viviendo después de todo lo pasado hasta ahora...

Al principio fue el encuentro con la muerte cruda y dura, después los heridos, ahora somos los supervivientes refugiados....y todas las consecuencias que va trayendo un terremoto. Nunca se piensa en ello hasta que te toca en tu carne.

Necesito seguir vislumbrando por donde seguir...estoy perdida, como tanta gente, sin casa, sin comunidad...eso es lo que me hace sentir más cerca de ellos, que estoy pasando lo mismo aunque sin que me hayan cortado una pierna, y sin haber perdido a nadie de mi propia comunidad.

Hay comunidades religiosas que han sido golpeadas duramente. Las Hijas de María han perdido a 26 hermanas, incluido el Consejo General, los salesianos a 3, las Hijas de la Caridad a 1, los monfortianos a 11 seminaristas y 1 sacerdote... No sigo...

Después de colaborar en el Hospital Sacre Coeur, como vinieron muchos equipos médicos potentes y bien organizados, de estados Unidos, Francia, Jamaica...y dado que donde estoy alojada con mi tienda de campaña hay un grupo de religiosos que han venido de R. Dominicana a colaborar, me integre en su grupo que trataba de llegar donde nadie había llegado... decidimos llegar a la parte de la ciudad que sube por la montana en una zona llamada Martisan. Es una zona de chabolas de bloques que forran la montana de una forma increíble... No hay acceso con coche, solo hasta cierto punto, luego toca a pie... Nos dijeron que había muchos heridos arriba que no podían bajar al hospital por la dificultad de la bajada. Y que llevaban dos semanas así... empezamos el ascenso y yo me quede aterrada. (mandaré fotos cuando las tenga..) Todas las casas están destruidas y hay que escalar entre bloques para subir. Pero la gente sigue ahí, encima de sus casas, muchos de ellos porque nos decían que debajo de las ruinas estaba su mujer, o sus hijos o su hermana.. y no querían dejarlos..Empezaron a salir heridos por todas partes, sobre todo niños... cabezas con brechas sin curar, piernas rotas sin entablillar, brazos rotos o dislocados, heridas infectadas abiertas... eso de cerca. Si levantabas la vista ves dos colinas totalmente destruidas, como si una batidora las hubiera revuelto. Me quede sin respiración. Baje la mirada y solo vi miradas tristes de niños heridos que seguían haciendo su vida como podían con esa brecha abierta o esa herida infectada... Bajamos a un hombre con la pierna grangenada. Amputación segura, pensé yo, ya me lo se... Un hombre paralitico, una mujer con la pelvis rota, una mujer embarazada de seis meses con amenaza de aborto y con el brazo roto.

Creo que estuvimos más de cuatro horas pasando por las casas haciendo curas... vimos a bastantes que necesitaban ir al hospital y bajamos a los que pudimos y que nos parecían más urgente. No todos...Era demasiado difícil moverlos y no teníamos los medios para hacerlo bien...

Pedí ayuda a las Hijas de la caridad y ellas llamaron a un grupo de bomberos españoles que vinieron para rescates difíciles y bajaron a otros tantos.

No me acostumbro a ver tantas casas destruidas, tanta gente durmiendo en la calle y en tiendas improvisadas con telas y palos.

Cuando me encuentro en mi tienda de campaña durmiendo sola, me digo a mi misma: Vaya cambio, isa, antes vivías con tres personas en una casa tan linda, y estábamos tan a gusto las cuatro, y ahora estas sola en una tienda de campaña. Vivian a punto de ser operada del brazo, Middia recuperándose en su casa de su fisura de femur y de todas las magulladuras tras estar cuatro horas bajo los escombros, Gardine superando la muerte de su hermano en la comunidad de Gros Morne... y yo aquí. Como puede cambiar la vida en cuestión de un minuto? Solo Dios sabe.

Las calles a partir de las seis de la tarde se cierran y se vuelven dormitorio.

La mayoría de edificios, escuelas e iglesias todavía tienen los cadáveres debajo y toda la ciudad sigue oliendo a muerte, aun después de tres semanas.

Las filas de gente para recoger la alimentación del WFP con ayuda de los camiones de la ONU pueden ser de varias horas de espera o de varios Km. Pero quiero que se diga que aunque lentamente y aunque aún no se llega a todas las zonas, se está haciendo bien y con orden. O por lo menos es lo que yo he visto. Puede haber algún disturbio, pero no fuera de la normalidad en estas situaciones. La gente está nerviosa y hambrienta, triste y desorientada. Pero aun faltan muchas zonas por repartir alimentación. Puerto Príncipe es tan grande...

Porque la segunda parte del terremoto es el hambre. La gente empieza a ponerse a veces violenta porque tiene hambre.

A mi ya no me extraña nada, he experimentado que el hambre te puede empujar a hacer cualquier cosa.

La otra parte es la búsqueda de cadáveres y levantamiento de edificios, aunque es muy lento, es horriblemente doloroso. El que tiene suerte llega a localizar a su familiar muerto. La mayoría no se reconocerán o ni siquiera de descubrirán porque son demasiados los días que han pasado y ya están descompuestos e irán a las fosas comunes o se mezclaran con la basura.

Mi casa está demasiado agrietada para entrar, esta torcida, se han roto las tuberías y se ha hundido algo de forma que las puertas ya no cierran. Fue suficientemente fuerte para salvarme la vida. Pero no podría seguir viviendo en ella para agradecérselo ni aunque me dijeran de arreglarla... tengo el miedo muy dentro. Aun escucho el crujir de ese momento.

Mi parroquia, Sacre Coeur tiene 30 personas muertas debajo, que tenían una reunión. Aun están ahí a día de hoy (3 de febrero). Conocía a bastantes de ellos.

Los alumnos que deje debajo de la escuela a la que acudí primero también siguen ahí. El olor se siente en toda mi calle y en mi casa. No puedo mirar esa escuela sin que se me parta el alma. Creo que algo de mí se murió con ellos. Y no hay noche que no vea sus manos pidiéndome ayuda y gritándome... No hay noche que no vuelva a sentir el terror que sentí cuando se repetían las replicas y luchaba entre mi seguridad y las suplicas de ayuda de los chicos de la escuela.

No quedan escuelas en Puerto Príncipe. Yo diría que se han derrumbado todas... al menos las más importantes, las de religiosos todas, si queda una no la conozco.

Se han derrumbado todos los ministerios, el palacio nacional y la catedral. También el Obispo ha muerto... con su pueblo. Todo eso ya lo sabéis por los medios de comunicación y mejor que yo. Pero descubrirlo conduciendo por las calles es otra cosa. Se descubren mejor las consecuencias de todo ello. Se piensan tantas cosas...

Qué futuro nos espera??? qué siente esta gente que lo ha perdido todo??? ahora lo sé mejor que antes porque yo misma he perdido no todo, pero si mucho. Nada se sabe mejor que cuando se vive en carne propia.

Y siento una tristeza inmensa. Aun no me siento con fuerzas para hacer nada. Me refiero a tomar decisiones. Es muy pronto. Me siento muy débil y poca cosa. No haría más que llorar...

Me gustaría deciros que estoy animada, que adelante, hay que seguir, que la vida sigue y hay que luchar... y todo eso... pero no puedo mentiros. Estoy derrumbada.

Me decís demasiadas cosas bonitas en vuestros correos que no solo no me definen sino que hasta me duele leerlo porque no soy así. Y en medio de este desastre no me siento digna de recibir ni medio elogio.

Os agradezco vuestro apoyo y cercanía, vuestra solidaridad y cariño. Pero no sé si podéis comprender lo que me cuesta recibir esto en medio de tanto sufrimiento. Es como si yo recibiera un regalo mientras todo el mundo aquí sufre miseria, hambre y dolor... No puedo. Yo solo veo mi cobardía y mi debilidad. Y esa es la realidad.

También os tengo que reconocer que me cuesta rezar... me quedo callada delante de Dios y no sé qué decir... Espero lo hagáis por mi…. porque a mí no me salen las palabras. Lo único que he sido capaz de repetir alguna vez es: SALVA NOS, SENOR,!... SALVA A TU PUEBLO!!

Gracias por todo. Un abrazo a cada uno, Isa

Isa Sola rjm
PORT AU PRINCE
HAITI

3 comentarios:

  1. Hola Isa, potser no et recordes de mi. Sóc la Beth Riera de Maçanaet. A la Meva germana la Roser li va arribar per casualitat un email amb el link del teu blog i li va reenviar a la meva mare, la Isabel.La sorpresa va ser veure't..feia anys que no sabiem res de tu! Això d'Haití et puc assegurar que no ha deixat indiferent a ningú, per aqui tothom s'ho mogut a fer el possible per ajudar, fins i tot donant el temps que en el nostre món costa tant de donar i compartir! Sabem que aixó no repara el dolor...però saber que no estas sol potser et dóna la força que cal per tirar endavant.Cuida't el que puguis.. perquè només d'aquesta manera estaras forta per ajudar i tirar endavant amb la feina tant important que estas fent..Digue'ns si podem fer alguna cosa des d'aqui..el que necessitis...A l'escola hem recollit fons per a un orfanat de l'ille de la vache que està desbordat de nens i estan necessitats de menjar..
    Conec una metgessa gironina que té o tenia un dispensari per aqui..i vindrà d'aqui a poc a porto prince..
    Tu digues, demana..NO ESTAS SOLA.
    Amunt i força!!!
    Una gran i forta abraçada.
    Beth i familia

    ResponderEliminar
  2. Mar del Plata 18 de febrero de 2010
    Querida Isa
    Paz!
    Hace días que quiero escribirte, y ahora me decido –vía Vicky de las Anas-. No sé si me recordarás, soy la monja carmelita argentina, que estaba en el convento de Nkué.
    Vicky de Rafols fue la que me puso al tanto, y me envía tus correos, cosa que agradezco enormemente.
    Yo estoy nuevamente en mi comunidad de Mar del Plata, Argentina.
    Sólo decirte, que te estoy -¡te estamos!- acompañando mucho. Pero con la conciencia de que la que lo está viviendo y pasando sos vos.
    Es cierto, tu vida ha dado un vuelco enorme, no total pero casi casi, y es lógico te sientas destrozada, y aunque te veas cobarde, déjame que te diga que no lo sos, o lo estás disimulando ¡muy bien! Estás ahí, socorriendo, atendiendo, dándote íntegra, más allá de lo que te cueste o de la violencia que te hagas contra vos misma para seguir.
    Creo sinceramente, que toda vos sos la oración que se encuentra con Dios, ese Dios tan destruido y sufriente como vos misma. Necesitado, dolorido y aturdido como cada uno de los hermanos y hermanas que te rodean. No creo que lo podamos entender en esta tierra, cada vez se me hace más incomprensible y necesito callar.
    Como también ante el misterio tan horrendo que estás viviendo, me siento tonta escribiéndote ¿qué palabra puede traerte consuelo? ¿devolver la vida? ¿quitar el sufrimiento?
    Te abrazo desde mi impotencia, desde mi lejanía material, no espiritual.
    Y como hija de esta Iglesia que amo y sufro, me enorgullezco de saberte allí dándote todo lo que podés y sos. Y también si te volvés a España.
    Un beso y mi oración –quizás con más palabras, pero menos solidaridad y vida que la tuya-
    analuisa

    ResponderEliminar
  3. Isa: En la Parroquia de Pinos Puente, se ha dado a conocer la primera carta que escribiste, Conforme la iba leyendo Manoli, íbamos viendo las imágenes que en la carta plasmabas. No tengo palabras para hacer comentario. Sólo te puedo decir que, imagino a Dios contigo "ayudándote a ayudar". Los parroquianos de este pueblo pedimos que el Señor no deje de darte fuerzas a tí, y a Nazaret. ¡Dios os bendiga!

    ResponderEliminar

Gracias por compartir con todos