martes, 2 de marzo de 2010

Un día en Haití

Quiero compartir con todos vosotros estas noticias a pie de terreno que hemos recibido de Miguel Angel Guerrero, psicólogo de Medicos del Mundo que se encuentra actualmente en Haití.


Puerto Príncipe, 1 de marzo de 2010

“…Mañana de nuevo reunión con el ministerio de salud. Al menos poco a poco se va viendo al gobierno participando en algo porque hasta ahora estaba desaparecido, también es normal sabiendo que se derrumbaron 13 de los 16 ministerios que había. La ciudad está recuperando su viejo pulso, los edificios derrumbados se han mimetizado con el ambiente general de caos que reinaba previamente en la capital y forman parte de la vida cotidiana de la gente. Tienden su ropa lavada encima de ellos, se han creado caminos para pasar, los puestos de comida y ropa se despliegan a sus pies y la gente intenta recuperar cualquier material que pueda servir.

Ha comenzado a llover y eso va a complicar mucho las cosas. Se sigue sin dar solución a los campos de desplazados improvisados ¿cómo puede ser posible? muchos de ellos están construidos en zonas inundables, en cauces de ríos secos, ahí donde se puede, por lo que el riesgo de una nueva catástrofe si se dan lluvias torrenciales es importante, la vulnerabilidad no puede ser más extrema. A todo ello se le une las posibles epidemias y, sobre todo, la desesperación e indignidad de la gente por tener que dormir debajo de la lluvia. Creo sinceramente que esto es un polvorín que tarde o tempranos va a estallar. Haití va a volver a salir en los telediarios, se están dando todas las condiciones para ello.

El comienzo oficial de las clases es el 8 de marzo, el gobierno a pedido a las escuelas tanto públicas como privadas que acojan a la mayor cantidad de niños posibles (calculan que más de la mitad de las escuelas están caidas), ellos corren con los gastos de los profesores.
...
Nosotros en Petit Goave seguimos con las clínicas móviles. Mis compañeros no ven nada relacionado con el terremoto, sino que lo que ven es la extrema pobreza y la falta total de un sistema de salud. El otro día contaron que vieron a una chica joven en una de las zonas rurales que estaba embarazada, se la veía feliz y con ganas de tener ya al niño. Le dieron un kit de parto limpio de la FNUAP y hablaron con ella sobre ciertas recomendaciones del parto. Dos semanas después volvieron a la misma zona y se encontraron con la madre de la chica. Tanto el niño como ella habían muerto en el parto, tuvo una hemorragia y no había forma de pararla ni posibilidades de llevarla al hospital. Ayer mismo en otra clínica móvil vieron un niño que bajaba en burro con su madre que no llegó a tiempo a la consulta, el niño se murió por el camino, desnutrido. A quienes hemos estado en Haití con las Luritas ya nos suenan estas historias porque ellas las cuentas a docenas, es la dureza del país, es la emergencia que ya existía previamente al terremoto pero no suscitaba el interés de la prensa mundial. Ahora los hospitales están llenos de médicos pero ¿qué pasará cuando se vayan? todo tiene fecha de caducidad, y, o se trabaja para reforzar al gobierno y al país desde dentro o lo que estamos haciendo ahora será una simple tirita en comparación con la gravedad de la situación ya previa al terremoto, y lo que es peor, habremos dejado a la gente con la miel en los labios.”

Gracias a personas como Miguel Angel, que están allí entregando su vida, podemos a tantos kilómetros de distancia sentir y compartir el dolor que está sufriendo tanta gente.
Por todos ellos nuestra oración llena de Esperanza y Vida.

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