lunes, 12 de abril de 2010

Carta de Isa Sola

Hola a todos! Después de este descanso de Semana Santa, quería empezar con un mensaje de alegría, de resurreción, de salvación..., y que mejor mensaje que esta nueva carta de Isa que nos transmite que en medio de las desgracias y el sufrimiento está el amor y el amor salva, el amor da VIDA, HAITÍ hecha pedazos... da VIDA

Hoy estaba nuevamente recordando que todos los lugares por los que pase ese fatídico martes 12 de enero, desde la mañana en misa en Sacre Coeur, pasando por el Ministerio de Educación y por la central de MINUSTAH (ONU), todos esos lugares se hundieron con el terremoto matando a todas las personas que estaban en ellos... excepto el último, mi casa.


Por cierto, que mi casa se ha considerado, tras su evaluación, oficialmente “insegura, no restaurable” y esta lista para ser destruida. Pero me salvo la vida. Como creéis que entiendo esto? Creer lo que queráis, cada uno desde sus creencias, sea lo que sea,... es fácil entender que nunca veré mi vida como antes?


Mi corazón esta aun roto, he perdido peso, fuerzas y alegría en mi cara. No es que no sonría, es que no me sale de dentro. A veces me aun cuesta respirar, siento temblores varias veces al día, veo aun con cierto miedo los techos y tengo imágenes horribles imborrables en mi memoria que vuelven una y otra vez. Pero desde esta situación, os prometo que lucho por encontrar signos de consuelo y esperanza.
Voy a contarte las cosas que me han consolado un poco al recordar todo lo sucedido.


Bueno, sin duda, mi mayor consuelo es que estamos las cuatro vivas: Vivian, Gardyne, Middia y yo. No podemos estar juntas porque estamos heridas en cuerpo o en el alma, pero estamos vivas. Y eso es algo que nunca había valorado tanto. Se que me perdonan por lo que hice o no hice con ellas y mi corazón va encontrando la paz poco a poco.


Otro consuelo fue... el abrazo de mi amiga Leide, cuando la busque en su casa al poco del terremoto y la encontré en el suelo de la calle junto con la gente, cantando y rezando. Pensé que estaría muerta debajo de la Iglesia y cuando la encontré viva, la abrace fuertemente para sentir hasta sus latidos. Ese momento me abraza el alma todavía. Porque creo que fue el comienzo de una amistad especial. Nunca había empezado una amistad con un terremoto, claro... por eso es especial. Desde ese dia, me ha llamado cada día, ha compartido lo poco que tenia conmigo y me ha dado las fuerzas que yo no tenia. Es mucho mas fuerte que yo y me ha sostenido cuando yo me arrastraba.


Otro fue sentir el vinculo tan fuerte que se había creado con los jóvenes a los que estuve curando en el hospital los primeros días, jóvenes amputados a los que cada día tenia que hacer horribles y dolorosas curas. Pensé que me odiarían por el insoportable dolor que les cause. Y cada vez que he vuelto al hospital a ver como seguían, se les encendía una sonrisa maravillosa y me alzaban los brazos esperando que me acercara a abrazarles y me decían que me echaban de menos. Sin saberlo ellos me han curado mas a mi que yo a ellos. Eso me da motivos para seguir viviendo por esta gente.


Eso me hace intuir que quizás de algo tan horrible pueda brotar algo hermoso?
Quien cura a quien? Quien salva a quien?

Quien nos puede dar lo que nos falta? Quien libera a quien del sufrimiento?Me acuerdo de esa canción mas veces. (Luís Guitarra, Quien)


Otro consuelo que he tenido ha sido al llegar a Estados Unidos, me encontré en la habitación que me habian preparado una cruz de madera en la mesita de noche. Madera de Bethlehem, blanca suave, redondeada y de la medida de mi mano, para acariciarla y adaptarla a la forma de mi mano y poderla llevar fácilmente a cualquier parte. En un papel había junto a ella explicaba el poder curativo de esa cruz en momentos de dolor: si no puedes rezar no importa, agárrala, acaríciala, siéntela en las manos y déjala que ella misma desprenda su efecto curativo.
Así lo hago cada día y a veces me hace saltar las lagrimas, pero es como si la suave madera las absorbiera.


Cuando la tomo recuerdo cada momento con un dolor que no se describir, pero me acaricia y suavemente me transmite el amor que ha querido mantenerme con vida inexplicablemente. No entiendo pero me acompaña en el sinsentido. Me hiere pero siento que comprende cuanto duele.


Me he dado cuenta que desde que la encontré en la habitación en Washington no la he soltado y la necesito.
No hablo, no rezo, no canto.
Solo la aprieto entre las manos. Y digo nombres.
De los que se fueron, de los que se quedaron, de los que aun no sabemos si se fueron... de los que me salvaron.
Hoy hace dos meses del terremoto.
Y después de todo me doy cuenta de que lo mas importante en momentos limites como estos, es el amor. He perdido casa, amigos o lo que sea. Pero lo que no se destruye es el amor. Los que me aman y los que amo. Esto es lo que me mantiene con vida. Eso es lo que me salva cada día de la muerte de la desesperanza.


Un abrazo. Isa

1 comentario:

  1. Hola Isa:

    Leo tu carta casi dos meses después de que la colgaras en este blog, pero me emociona igualmente pues te escucho sin que el paso de estas semanas haya hecho caducar ninguno de los sentimientos y vivencias que cuentas.

    No conozco Haití. He visitado otros países de América y de África, pero nunca este país que según dicen agrupa lo mejor y lo peor de cada continente. Sin embargo en estos últimos meses me he acercado mucho a su realidad actual y he cantado y participado en varios conciertos, vigilias y encuentros en solidaridad con este pueblo castigado y herido que tú conoces tan bien.

    Cuentas que mi canción ¿Quién? te resuena muchas veces y que sus preguntas se quedan como suspendidas, anhelando respuestas que en estos días precisas con más urgencia. Cuando yo la canto en directo suelo decir que somos cada uno de nosotros los que tenemos que ser con nuestra vida diaria, respuesta a cada uno de los interrogantes.

    Unos serán respuesta para unas preguntas, otros para otras, para que así entre todos podamos responder y reconstruir un pueblo entero.

    Y sin duda ISA, tú eres respuestas... porque LIBERAS del sufrimiento, porque ACOGES y llenas de LUZ cada momento, porque te sientes UNIDA a lo imperfecto, porque necesitas de unas ALAS, porque ABRAZAS desde el silencio, porque te adentras al BARRIO más incierto, porque mantienes la ESPERANZA intacta.

    Un fuerte abrazo de Paz y Bien desde España


    Luis Guitarra

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