El pasado 7 de febrero marcharon a Puerto Príncipe un grupo de tres voluntarios profesionales médicos, para entregar sus conocimientos y su corazón a este país que necesita de todos nosotros. El viaje era bastante aventurado, dada la situación actual que se está viviendo en Haití, iban sin tener muchos aspectos sobre su estancia resueltos. Teníamos la confianza puesta en Dios.
Hemos podido recibir noticias suyas y todo les va bien. Los tres están contentos trabajando desde su profesión con niños en sitios diferentes. Una médico está con una enfermera italiana, la pediatra se encuentra con una religiosa franciscana que lleva años en Haití, y el chico trabaja de enfermero en un hospital y a la vez intenta alegrarle la vida a los niños que se les ha amputado algún miembro.
Tienen mucho trabajo pues hay muchísimos heridos, están viendo mucho dolor y hambre. Ellos tampoco tienen mucha comida, pero están contentos…
Seguimos rezando por ellos…, que tengan fuerzas para vivir ante tanto sufrimiento, que curen y ayuden a muchas personas, que puedan llevarles a todos los que se encuentren una sonrisa, un cariño, su cuidado, que puedan hacerles sentir que no han perdido su dignidad como personas, que no están solos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con todos